Si busca una manera de hacer que sus anuncios sean más efectivos, capten más atención y le generen más clientes… este artículo le mostrará exactamente cómo lograrlo.
Recuerdo vívidamente la primera vez que escribí un anuncio. Odié cada segundo del proceso.
¿Sabe qué fue lo peor? Mi jefe me asignó esa tarea porque había pasado tres años en la universidad estudiando economía, con especialización en marketing y ventas.
Analizamos las empresas más grandes y exitosas del mundo. Pero cuando intenté aplicar ese conocimiento para escribir un anuncio para nuestro negocio local… no tenía idea de cómo hacerlo.
Mirando esa página en blanco, me di cuenta de que estaba completamente perdido. Y cuanto más tiempo pasaba sin escribir, más incompetente me sentía.
La Razón Secreta Por La Que La Mayoría De Los Anuncios No Funcionan
Así que decidí investigar y encontrar una fórmula.
Algunas fuentes decían que debía usar la imagen de un cachorro tierno en mi anuncio. Otras aseguraban que eso no era profesional.
Algunas recomendaban repetir el mensaje una y otra vez. Otras advertían que la repetición solo molestaría a las personas y haría que no compraran.
Con la fecha límite acercándose, tomé un atajo: observé los anuncios de la competencia e hice algo parecido. Como copiar la tarea de un compañero, pero con ligeros cambios para que no fuera idéntica.
Se lo mostré a mi jefe, quien dijo que estaba bien, y lanzamos el anuncio.
Pasaron unos días y no escuché nada sobre los resultados. Así que le pregunté:
—¿Cómo fueron los resultados del anuncio?
Pareció un poco confundido con la pregunta.
—Eh… ¿a qué se refiere con «resultados»?
—Los resultados del anuncio que lanzamos. ¿Generó ventas? ¿Recibimos muchas llamadas?
Mi jefe sonrió, se reclinó en su silla y me respondió:
—Noooo, Maximiliano. Así no funcionan los anuncios. Este era para reconocimiento de marca. Para estar en la mente de los clientes. Todo es cuestión de branding, ¿sabes?
Yo fingí que entendía.
—Sí, claro, entiendo.
Pero en realidad, no entendía nada sobre cómo eso nos ayudaría a vender más.
Y ahora, poco más de un año después, voy a compartir con usted un pequeño secreto: le mentí a mi jefe. Pero él también me estaba mintiendo a mí.
Porque en el fondo, él tampoco sabía de qué estaba hablando.
Corrigiendo Su Marketing
Cuando gastamos dinero en algo, esperamos obtener un resultado.
No importa si invertimos en equipo, en un almuerzo o en proveedores: nos aseguramos de que valga la pena, ¿verdad?
Cuando inicié mi propio negocio, intenté aplicar el mismo principio al marketing. Pero en lugar de resultados, lo único que recibí fue un discurso vacío.
—Bueno, este anuncio es para reconocimiento de marca.
—Nos enfocamos en estar en la mente de nuestros clientes.
—Esta campaña busca reforzar nuestro posicionamiento y la identidad de nuestra marca.
Todo dicho con un tono ligeramente condescendiente, como si fuera absurdo siquiera preguntar por los resultados.
Aquí está la dura verdad:
La mayoría de las empresas desperdicia al menos la mitad de su presupuesto en marketing. Posiblemente, incluso más.
Y eso nunca me pareció correcto.
Cómo Dejé De Desperdiciar Dinero…
…Y Cómo Usted Puede Hacer Lo Mismo
Decidí llegar al fondo del asunto y descubrir la fórmula del marketing efectivo.
La buena noticia: existe una fórmula, y la encontré.
La mala noticia: me tomó años de estudio, pruebas, errores y ajustes descubrir qué realmente funciona.
Si tuviera que explicarle todos los elementos de la fórmula, estaríamos aquí durante semanas. Así que permítame compartirle uno de los atajos más efectivos que encontré.
Algunos lo conocen como la «Ley de Pearson».
«Lo que se mide, es mejorable.»
¿Quiere aumentar de inmediato y de manera significativa los resultados de sus anuncios?
Haga que sean medibles agregando un mecanismo de respuesta. Un llamado a la acción en cada anuncio que invite al prospecto a hacer algo.
Y luego, supervise esa acción con atención.
Ahora podrá medir, probar y descubrir qué funciona y qué no.
Una de las primeras reglas que implemento al trabajar con un cliente es simple:
«Cada anuncio que publiquemos debe ser medible. Sin excepciones.»
Nada de jerga vacía. Nada de conceptos vagos. Solo resultados concretos, tangibles y medibles.
